El objetivo principal de los estudios de caracterización de fallas como fuentes sismogenéticas es la obtención de la magnitud y período de recurrencia de los posibles terremotos que ocurran en esa falla. En zonas en las que el período de recurrencia de los terremotos en una falla excede al período histórico, no se tiene registro escrito de terremotos que hayan ocurrido en una misma falla. En este caso es necesario recurrir a estudios geológicos para obtener esta información. La magnitud de un terremoto está directamente relacionada con el área de rotura del plano de falla. En superficie, esta rotura se expresa mediante la longitud del sector de la falla que ha roto y el desplazamiento vertical y/o horizontal de un lado de la falla respecto al otro. La rotura de la superficie queda registrada mediante la deformación de elementos del paisaje tales como terrazas fluviales y marinas, abanicos aluviales, cursos de ríos, etc., o mediante la deformación de otro tipo de elemento geológico, como, por ejemplo, estratos de sedimentos recientes. La longitud de rotura prehistórica se obtiene mediante la cartografía detallada de la extensión de esta “línea de deformación”; la cantidad de desplazamiento cosísmico (desplazamiento relativo entre los lados de un falla que se produce durante el evento sísmico) y la recurrencia de los terremotos, se obtienen mediante el estudio comparativo de la cantidad de deformación observable en elementos geológico-geomorfológicos de distintas edades. El estudio de la deformación de los estratos geológicos más superficiales se realiza generalmente mediante zanjas que exponen el plano de falla, y el estudio de la deformación de los elementos del paisaje se realiza por cartografía geomorfológica de detalle. Existen además relaciones empíricas que relacionan estos parámetros entre sí y que son muy útiles en zonas donde es difícil obtener toda esta información. Finalmente, es importante tener en cuenta y cuantificar las incertidumbres de los parámetros de paleoterremotos. Algunas de las incertidumbres más importantes se deben a:
- Los procesos de erosión/sedimentación pueden borrar las señales de los terremotos en superficie; por lo tanto es importante conocer la velocidad de otros procesos de evolución del paisaje, no sólo los procesos tectónicos.
- Es común asumir un valor medio representativo de la longitud de rotura, desplazamiento cosísmico y período de recurrencia para caracterizar una falla (terremoto característico); pero algunos casos muestran que una misma falla puede romper de distinta forma en distintos eventos. El concepto de segmentación de una falla debe ser tratado con cuidado y entendido dentro del patrón o patrones de rotura de la falla de interés.
Los estudios de caracterización sísmica de fallas son estudios sencillos en los que se aplican técnicas geológicas básicas. La incertidumbre de la información obtenida en estos estudios es, en la mayoría de los casos, cuantificable y debe ser considerada de forma rigurosa en los mismos.